Buenos Aires, 13 de julio
(Télam).- La cuenta regresiva para la esperada Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) ya
comenzó, ya que en una semana, el Papa Francisco encarará su primer viaje internacional
para presidir el multitudinario encuentro que congregará a 2 millones de
jóvenes de todo el planeta en Río de Janeiro, entre ellos, unos 40 mil
argentinos.
El Papa Francisco, muy cerca de Brasil |
Francisco llegará a Brasil
semanas después de las masivas protestas que estallaron el mes pasado mientras
se jugaba la Copa Confederaciones
de fútbol, en contra de la corrupción y los millonarios gastos del gobierno
para la organización del Mundial de 2014, y en demanda de mejores servicios
públicos.
En sintonía con el Papa, la Iglesia de Brasil expresó
su "solidaridad y apoyo" a las manifestaciones populares, pero
condenó la violencia de algunas expresiones aisladas, en tanto que ya adelantó
que no tiene miedo de que nuevas protestas vayan a empañar el primer viaje
pontificio.
No obstante, ante el temor a
nuevas protestas, el gobierno de Brasil decidió reforzar el esquema de
seguridad y amplió a 24.000 el número de efectivos de las Fuerzas Armadas y de
seguridad que actuarán en Río durante la visita papal.
El Papa Francisco llegará a
Río el lunes 22 por la tarde y permanecerá en la llamada "ciudad
maravillosa" hasta el domingo 28, alojándose en la residencia Sumaré, el
mismo lugar en el que se hospedó Juan Pablo II en sus visitas a Brasil en los
años 1980 y 1997.
Su agitada agenda incluye
encuentros con la clase dirigente y la presidenta de Brasil, Dilma Rouseff;
visitas a jóvenes presos y en recuperación de las drogas; un recorrido por una
favela; confesiones a un grupo de chicos y una visita a Aparecida, sede del más
grande santuario mariano de Brasil.
Si bien la agenda ya estaba
pensada y diagramada para su antecesor Benedicto XVI, con la llegada del papa
argentino al Vaticano hubo que hacer algunos agregados que responden a sus preferencias
de ir hacia la "periferia" de las realidades más dolorosas; en este
caso de los jóvenes, que responden a su personal estilo de cercanía y sencillez
que cautiva al mundo.
Uno de estos pedidos
especiales fue la visita a una favela ubicada en la zona norte de Río, en
Varginha -que fue pacificada por la policía en 2012-, desde donde Francisco
dirigirá un mensaje a la comunidad residente allí.
El Papa argentino quiso
incluir también una escala en Aparecida, a unos 250 kilómetros de
Río de Janeiro.
Allí, en el año 2007, se
realizó la última reunión de la Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano y el Caribe (CELAM) y Bergoglio fue el presidente de la
estratégica comisión redactora del documento final, el mismo que ahora como Papa le regala a todos los presidentes latinoamericanos que lo visitan.
Pero los momentos más fuertes
de la jornada serán los encuentros masivos y al aire libre de Francisco con los
jóvenes: a lo largo de la playa de Copacabana para el recibimiento del jueves 25
y la celebración del Vía Crucis el viernes 26; y en un campo en Guaratiba -a 15 kilómetros de Río-
para la vigilia del sábado y la misa de envío del domingo.
El Papa ofrecerá en total 14
mensajes, entre discursos y homilías, dirigidas a los jóvenes del mundo en
particular, y que serán seguidos por los 5.600 periodistas acreditados por
2.500 medios de comunicación, una presencia récord para este tipo de eventos.
Con el lema "Vayan y hagan
discípulos a todos los pueblos", los jóvenes participarán por las mañanas
de encuentros de catequesis en 273 lugares dispuestos por toda la ciudad, que impartirán
obispos -entre ellos 12 argentinos- en 20 lenguas: español, portugués, inglés,
italiano, francés, alemán, polaco, árabe, croata, dinamarqués, esloveno,
griego, checo y ruso, entre otras.
Los participantes se alojarán
en casas de familia, escuelas, polideportivos, instituciones militares y
religiosas; y recibirán un "kit del peregrino", que contendrá una
tarjeta de alimentación para canjear por comida en distintos restaurantes, así
como un manual con todas las actividades previstas.
Los jóvenes tendrán, además,
múltiples opciones culturales para disfrutar en los distintos barrios de Río,
como -por ejemplo- una exposición sin precedentes en América Latina con obras
de arte procedentes de los Museos Vaticanos y de algunos italianos, que incluirá
100 obras originales de Miguel Angel, Caravaggio, Leonardo da Vinci y otros, en
el Museo Nacional de Bellas Artes.
Un predio de 200 mil metros
cuadrados en el Centro de Exposiciones de Río, en Barra de Tijuca, albergará la
"Ciudad de la fe", un proyecto de los obispos brasileños, que
presentará una "expocatólica", con actividades musicales, culturales
y pastorales, así como un festival de turismo religioso.
En la Quinta da Boa Vista, un
inmenso parque público, se instalará una feria vocacional, donde cientos de
comunidades eclesiales y nuevos movimientos de todo el mundo compartirán en stands
sus carismas y acciones apostólicas.
En este mismo espacio, habrá
50 confesionarios, escenarios para shows y conferencias, y una carpa gigante en
la que se realizará adoración al Santísimo Sacramento.
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