ENCUENTRO PASTORAL ARQUIDIOCESANO

Mensaje del Arzobispo, Monseñor Guillermo José Garlatti.

Bahía Blanca, 5 de Abril de 2013

Estimados Presbíteros, Diáconos, Religiosos, Consagrados y Laicos de la Arquidiócesis de Bahía Blanca:

Como todos los años nos reuniremos en el Encuentro Pastoral que será otra oportunidad para que el Pueblo de Dios de nuestra Arquidiócesis de Bahía Blanca siga trabajando en este camino de conversión pastoral comunitaria.

Los convoco entonces para el 5to. Encuentro Pastoral Arquidiocesano que se llevará a cabo el próximo 27 de abril en las instalaciones del Colegio “Don Bosco” de Bahía Blanca bajo el lema: “La Puerta de la Fe está siempre abierta…” (Porta Fidei 1). Comenzará a las 8 hs. y finalizará a las 17 hs. El lugar de ingreso al Colegio “Don Bosco” será la esquina de Moreno y Güemes.

Les pido que sacerdotes, diáconos, religiosos, consagrados y laicos se motiven unos a otros en la participación, a fin de que esta vuelva a ser, como todos los años, una oportunidad para que experimentemos la realidad de ser familia diocesana.

Este año la propuesta parte del análisis de lo trabajado en los Encuentros Pastorales anteriores y de la vivencia actual de cada uno de los participantes a la luz de un documento de la Conferencia Episcopal Argentina llamado “Renovación de la Parroquia”. Analizándolo, veremos que hay mucho por seguir trabajando y dialogando ante el desafío de la nueva evangelización, camino que venimos transitando iluminados por “Navega Mar Adentro” y el Documento de Aparecida.

Este material lo van a encontrar en la página web de la Arquidiócesis:www.arquidiocesisbb.com.ar para que puedan reunirse y comenzar a reflexionarlo.

La propuesta para este año es volver a trabajar por áreas como el año pasado y serán las siguientes: Catequesis (Iniciación- catequesis familiar- formación- grupos bíblicos-etc.), Liturgia(grupos parroquiales de liturgia- coros- etc.), Familia (movimientos que integran familias- equipos de preparación al sacramento del matrimonio-etc.), Misión (grupos de visitas domiciliarias, pastoral barrial, pastoral misionera, etc.), Enfermos y  Sufrientes (Pastoral de la salud – pastoral carcelaria – etc.), Caridad y Promoción humana (Caritas – iniciativas solidarias.), Juventud (grupos parroquiales, movimientos y asociaciones juveniles),Comunicación (personas o grupos que impulsan y difunden la evangelización a través de los medios de comunicación) y Educación (Colegios).

Como otros años, pedimos a las Parroquias, Colegios y Comunidades el aporte de $ 200 para colaborar con los gastos que demanda el Encuentro.

Los espero con gran alegría y les deseo que la luz de la Pascua los anime a seguir dando testimonio de Cristo Vivo entre nosotros.

+ Monseñor Guillermo José Garlatti

Arzobispo de Bahía Blanca

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De Monseñor Garlatti ante el Encuentro Pastoral Arquidiocesano

“LA PUERTA DE LA FE ESTÁ SIEMPRE ABIERTA…” (PF, 1).

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“La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el

corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida” (Benedicto XVI - Porta Fidei n. 1).

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Orientaciones espirituales y pastorales para la meditación y la reflexión

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“Hoy es necesario un compromiso eclesial más convencido en favor de una nueva evangelización para redescubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe” (PF, 7).

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1. Por la fe nos encontramos con Cristo para ser sus discípulos

Fe y Conversión-discipulado

  

Rom 10,17: “La fe… nace de la predicación y la predicación se realiza en virtud de la Palabra de Cristo”. Y Para suscitar el acto de fe, dice el libro de los Hechos de los Apóstoles, el “Señor le abrió el corazón (a Lidia) para que aceptara lo que decía Pablo” (16, 14).

Rom 10,10: “Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación”.

Hech 3,19.26: “Por lo tanto, hagan penitencia y conviértanse, para que sus pecados sean perdonados”… “Dios resucitó a su Servidor y lo envió para bendecirlos y para que cada uno se aparte de sus iniquidades”.

Lc 24, 45-48: “Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, y añadió: «Así está escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por

Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto”.

2. Por la fe nos viene el don de la reconciliación y nos convertimos en hijos adoptivos de Dios

Fe y reconciliación

Rom 4, 23-25: “Pero cuando dice la Escritura: "Dios tuvo en cuenta su fe", no se refiere únicamente a Abraham, sino también a nosotros, que tenemos fe en aquel que resucitó a nuestro Señor Jesús, el cual fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación”.

Rom 5, 1-5.11: “Justificados, entonces, por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos alcanzado, mediante la fe, la gracia en la que estamos afianzados, y por él nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Más aún, nos gloriamos hasta de las mismas tribulaciones, porque sabemos que la tribulación produce la constancia; la constancia, la virtud probada; la virtud probada, la esperanza. Y la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado”… “Y esto no es todo: nosotros nos gloriamos en Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien desde ahora hemos recibido la reconciliación”. 

3. La fe impulsa a la misión para llevar la salvación de Cristo con el testimonio y el anuncio de la Buena Noticia del Evangelio. 

Fe y y testimonio con obras

Gal 5, 6: “En Cristo Jesús” lo que importa es “la fe que obra por medio del amor”.

1 Jn 5,3-5: “El amor a Dios consiste en cumplir sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga, porque el que ha nacido de Dios, vence al mundo. Y la victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra fe”.

Sant 2, 14-17: ” ¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso esa fe puede salvarlo? ¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o una hermana desnudos o sin el alimento necesario, les dice: «Vayan en paz, caliéntense y coman», y no les da lo que necesitan para su cuerpo? Lo mismo pasa con la fe: si no va acompañada de las obras, está completamente muerta”.

Predicación y anuncio del Evangelio

1 Cor 1, 21-24: “Dios quiso salvar a los que creen por la locura de la predicación. Mientras los judíos piden milagros y los griegos van en busca de sabiduría, nosotros, en cambio, predicamos a un Cristo crucificado,

escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero fuerza y sabiduría de Dios para los que han sido llamados, tanto judíos como griegos”. 

Rom 10, 8-16: “La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, es decir la palabra de la fe que nosotros predicamos. Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado. Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación…Todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.

 Pero, ¿cómo invocarlo sin creer en él? ¿Y cómo creer, sin haber oído hablar de él? ¿Y cómo oír hablar de él, si nadie lo predica? ¿Y quiénes predicarán, si no se los envía? Como dice la Escritura: “¡Qué hermosos son los pasos de los que anuncian buenas noticias!”. Pero no todos aceptan la Buena Noticia. Así lo dice Isaías: “Señor, ¿quién creyó en nuestra predicación?” La fe, por lo tanto, nace de la predicación y la predicación se realiza en virtud de la Palabra de Cristo. Yo me pregunto: ¿Acaso no la han oído? Sí, por supuesto: Por toda la tierra se extiende su voz y sus palabras llegan hasta los confines del mundo”.

2 Cor 4, 13: “Pero teniendo ese mismo espíritu de fe del que dice la Escritura: „Creí, y por eso hablé., también nosotros creemos, y por lo tanto, hablamos”.

  

Mc 16, 15-16: “Entonces les dijo: Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará”.

2 Tes 3, 1: “Finalmente, hermanos, rueguen por nosotros, para que la Palabra del Señor se propague rápidamente y sea glorificada como lo es entre ustedes”.

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“Confiemos a la Madre de Dios, proclamada «bienaventurada porque ha creído» (Lc 1, 45), este tiempo de gracia” (PF, 14).

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Palabras del Papa Francisco

“He aquí, pues, la invitación que hago a todos: Acojamos la gracia de la Resurrección de Cristo. Dejémonos renovar por la misericordia de Dios, dejémonos amar por Jesús, dejemos que la fuerza de su amor transforme también nuestras vidas; y hagámonos instrumentos de esta misericordia, cauces a través de los cuales Dios pueda regar la tierra, custodiar toda la creación y hacer florecer la justicia y la paz” (Mensaje Urbi et Orbi, Pascua 2013, Domingo 21 de marzo).