Este domingo (21), Domingo del
Buen Pastor, el Papa Francisco ordenó sacerdotes por primera vez en su
pontificado a un grupo de diez diáconos, seis italianos, dos de la India , uno de Croacia y un
argentino, Alberto López Pantano, sanjuanino de 40 años. "Sean pastores,
no funcionarios. Sean mediadores, no intermediarios. Tengan siempre ante los
ojos el ejemplo del buen pastor que no vino para ser servido sino para
servir", exclamó el Pontífice a los nuevos sacerdotes durante la misa que
presidió en la basílica de San Pedro.
Renovando la tradición romana
de celebrar las ordenaciones sacerdotales en el cuarto domingo de Pascua,
llamado “del Buen Pastor” -que este año coincide con la 50º Jornada Mundial de
Oración por las Vocaciones- que llevó por el mensaje de su predecesor Benedicto
XVI para esta Jornada Mundial: “Las vocaciones signo de la esperanza fundada
sobre la fe”, que se inscribe en el contexto del Año de la Fe y en el 50º aniversario de
la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II.
Como establece el rito de
ordenación de los presbíteros, a la pregunta del obispo de Roma: “¿Quieren
unirse cada vez más estrechamente a Cristo, sumo sacerdote, quien se ofreció al
Padre como víctima pura por nosotros, y consagrarse a Dios junto a él para la
salvación de todos los hombres?”, los ordenandos responden “Sí, quiero, con la
gracia de Dios”.
Durante la homilía que
improvisó el Papa los instó a dar la palabra de Dios que "ustedes mismos
han recibido con alegría, recuerden a sus madres, a sus abuelas, a sus
catequistas, que les han transmitido el don de la fe".
El único objetivo de los
sacerdotes "debe de ser satisfacer a Dios no a ustedes mismos",
advirtió el papa.
Tras la homilía del Pontífice,
se pronunciaron los compromisos de los elegidos, se cantó la letanía de los
santos con los diez presbíteros postrados en la tierra y la oración de
ordenación.
Al final de la ordenación, los
nuevos sacerdotes muy conmovidos, se colocaron la estola y la casulla, y el
Papa ungió sus manos con el santo crisma.
Después de entregarles la
hostia en la patena y el cáliz con el vino para la celebración de la misa, el
Papa intercambió con cada uno de ellos un abrazo y el beso de la paz entre los
aplausos de los fieles. Por último, el canto el Credo.
PRIMER SACERDOTE ARGENTINO
ORDENADO POR EL PAPA FRANCISCO
Alberto López Pantano tiene 40
años, es sanjuanino de la localidad de Albardón y se fue a Roma hace 10 a trabajar como ingeniero.
Hoy el Papa Francisco lo ordenó sacerdote junto a otros 9 diáconos. El neo
presbítero estuvo acompañado por su familia, incluido su hermano sacerdote, y
amigos.
“Cuando yo empecé este camino,
jamás pensé en la posibilidad de un Papa argentino y menos que me ordenaría,
pero los caminos los va a abriendo el Señor. Tengo una alegría serena por el
hecho de ordenarme y esa alegría extra que significó que sea el Papa Francisco
quien encabece la ceremonia. Eso es un regalo más, inesperado desde cualquier
punto de vista”, declaró al Diario de Cuyo el padre López Pantano.
El sacerdote sanjuanino
explicó en su entrevista con el periódico local su vocación adulta, “a
diferencia de las vocaciones juveniles, las características de las vocaciones
adultas es que son muy ponderadas, muy pensadas, muy maduras. Mi vocación no
nació acá en Roma, es algo que siempre estuvo, que llevaba muy adentro. Pero
llegó un momento, cuando tuve mayor serenidad, en que pensé: qué voy a ser en
mi vida. En Roma estuve dos años consultando, pensando, analizando, hablando
con sacerdotes. Es más, yo empecé el seminario y aún seguía trabajando de
ingeniero, porque no quería dejar ninguna de las dos cosas”.
El hermano menor del padre
Alberto, Sebastían, es sacerdote y en los misteriosos caminos de Dios se han
encontrado en Roma. “Sebastián siempre quiso ser sacerdote, pero yo opté por
otra vía. Al final nos hemos encontrado en ese camino y curiosamente el
arzobispado de San Juan lo mandó a estudiar justo a Roma, así que estamos
cerca”.
Fuente: AICA, Agencia Informativa Católica Argentina.
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