Buenos Aires, 21 de abril
(Télam).- El nuevo arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Poli, inició ayer
su ministerio pastoral en la ciudad, que continua el de Jorge Bergoglio -ahora Papa
Francisco-, en el marco de una multitudinaria misa en la Plaza de Mayo, que
contó con la presencia de todo el Episcopado y autoridades de los tres
poderes del Estado, entre ellos el vicepresidente a cargo del Poder Ejecutivo,
Amado Boudou.
La misa con la que dio
comienzo a su tarea pastoral en Buenos Aires fue concelebrada frente a la
catedral metropolitana, en un altar montado en las escalinatas del templo
frente a la Plaza de
Mayo, luego de que al mediodía las campanas de todos los templos porteños
repicaran para saludar la llegada del nuevo arzobispo.
Entre las autoridades
presentes, además de Boudou, asistió gran parte del gabinete nacional; entre
ellos, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; los ministros de Interior
y Transporte, Florencio Randazzo; de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; de
Educación, Alberto Sileoni; de Justicia, Julio Alak; y de Producción, Debora
Giorgi.
También asistieron el jefe de
gobierno porteño, Mauricio Macri; y su vicejefa, María Eugenia Vidal, con parte
del gabinete de la ciudad; así como el titular de la Cámara de Diputados,
Julián Domínguez; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri; y el gobernador
de La Pampa ,
Oscar Jorge, de donde proviene monseñor Poli.
En la homilía de la misa,
donde Poli empezó a mostrar una línea de continuidad con su antecesor en el
cargo, habló de la necesidad de "profundizar el compromiso de discípulos y
misioneros" y de encarar la "renovadora tarea de evangelizar".
"No puedo dejar de ver un
signo de la
Providencia que nos guía hacia un rumbo luminoso y
esperanzador, para que juntos -pastores y pueblo fiel- hagamos el camino de la
evangelización", sostuvo el nuevo arzobispo porteño.
En relación a la elección del
Papa Francisco, Poli sostuvo que "se nos ha contagiado la alegría de tener
un argentino, tan cercano y tan querido, en la Cátedra del Apostol
Pedro y vimos cómo muchos compatriotas han renovado el gozo de pertenecer
a la Iglesia ".
"Que no me falte en este
servicio, el amor a los pobres, sufrientes y excluidos", aseveró en otro
tramo.
Al comienzo de la misa se leyó
un mensaje especial del Papa Francisco a su sucesor, en el que sostuvo que
"el pueblo de Buenos Aires es querible" y que no le "costaría
trabajo llevarlo en su corazón".
"Este pueblo fiel es lo
que más extraño desde esta nueva diócesis", sostuvo el Papa argentino en
la misiva, que fue festejada con gritos y aplausos entre los fieles que
llenaban la plaza.
Además de las autoridades,
participaron de la celebración representantes de otros cultos religiosos y el
cuerpo diplomático, así como numerosos fieles llegados de las parroquias,
iglesias, capillas, colegios, comunidades religiosas y movimientos laicales de
toda la ciudad.
Al término de la celebración
eucarística, Poli volvió a tomar la palabra para agradecer la participación de
las autoridades presentes. "Agradezco y valoro la presencia y oración de
todos ustedes", dijo y luego se bajó del escenario para ir a saludar
uno por uno.
Distendido y emocionado, Poli
contó que le "agarró un susto tremendo" cuando lo designaron y
"lo peor que no me pasa" -según agregó- y manifestó que "a ese
susto le siguió un sentimiento de indignidad y pequeñez".
Por último, dio las gracias a
una comitiva numerosa que llegó de la provincia de La Pampa , donde Poli fue obispo
en los últimos cinco años, y en especial a los jóvenes boy scouts que
participaron de la ceremonia. "Siempre listos, sigan trabajando en el
servicio", les dijo Poli, quien es capellán nacional de los boy scouts.
Quien también tuvo un gesto de
cercanía con los boy scouts fue Amado Boudou, que se acercó a uno de ellos e
intercambió con él su corbata por el pañuelo que identifica a estos jóvenes
servidores. "El mayor de los orgullos. Sigan sirviendo al país", le
dijo Boudou. "Siempre listo señor", le respondió Guido Savall, quien
se quedó con la corbata celeste del vicepresidente a cargo del ejecutivo
por el viaje de Cristina Fernández de Kirchner a Venezuela.
Otro signo de continuidad con
la gestión de Bergoglio fue el hecho de que, tras la misa, se leyeran las
confirmaciones de todos los obispos auxiliares de la ciudad, que continuarán en
sus cargos, así como de otros representantes de la curia porteña.
La celebración había comenzado
en el interior de la Catedral ,
donde Poli fue recibido por los obispos, sacerdotes, diáconos y seminaristas.
Al ingreso se le entregó un crucifijo -al que besó- y la llave de la iglesia
catedral.
Ya en el interior de templo,
donde lo aguardaba el Episcopado en pleno -que venía de su asamblea plenaria en
Pilar-, monseñor Poli rezó ante el Santísimo Sacramento y en procesión se
dirigió hasta el frente de la catedral para comenzar la misa.
Por única vez, la cátedra
arzobispal -el lugar que ocupa el obispo en su catedral, desde donde preside
las celebraciones- se trasladó desde el interior del templo hasta el escenario.
La misa fue iniciada por el
nuncio apostólico, monseñor Emil Tscherrig, con la lectura del documento de
designación de Poli, quien de inmediato ocupó la cátedra arzobispal, donde como
gesto de fidelidad y comunición eclesial, saludó a una delegación compuesta por
sacerdotes, religiosos y laicos de la ciudad.
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