La presidenta, en el encuentro que mantuvo en marzo con el Santo Padre |
Buenos Aires (AICA).-
¨Me mandaron un modelo de
carta que parecía escrita en el siglo XIII. Me tomé la licencia de dirigirle
una carta. Así que Feliz Día del Pontífice. Hasta siempre y cuídese. Tome mate.
usted me entiende, dice el texto.
En un carta fechada el 15 de
junio, Cristina se dirigió de manera llana e informal, y confesó que no quiso
enviar una carta protocolar como solía realizar la Cancillería o la Secretaría
de Culto de la Nación. "Me mandaron un modelo de carta que parecía escrita
en el siglo XIII", redactó.
En su lugar, la mandataria
quiso dirigirle una carta en forma directa aceptando las normas de cortesía:
"Me tomé la licencia de dirigirle una carta (acepté que fuera dirigida a
Su Santidad bla, bla, bla). Tampoco es cuestión de no aceptar nada. Mi idea era
encabezar [la carta] con su nombre, como usted prefiere, pero me dijeron «no
presidenta»".
"Bueno, ya está
-prosigue-. ¿Tienen razón? La verdad que no sé. Pero tampoco era una cuestión
de pelear. Hasta siempre y cuídese. Tome mate. usted me entiende".
"Así que Feliz Día del
Pontífice. Espero que le haya llegado el cuadro con los sellos postales
conmemorativos de su pontificado y el sobre con el ya célebre mate",
concluye la presidenta de la Nación.
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