"¿Señor, a quién iremos?.
Tú tienes palabras de vida eterna." Jn 6, 68
Domingo 2 de junio de 2013.
Solemnidad del Santísimo
Cuerpo y Sangre de Cristo
Fiesta de la
Iglesia: Corpus Christi.
Santos del día: Santa
Blandina, Mártires de Lyon, San Jacques Berthieu.
Evangelio según San
Lucas 9,11b-17.
Pero la gente lo supo y
partieron tras él. Jesús los acogió y volvió a hablarles del Reino de Dios
mientras devolvía la salud a los que necesitaban ser atendidos.
El día comenzaba a declinar.
Los Doce se acercaron para decirle: «Despide a la gente para que se busquen
alojamiento y comida en las aldeas y pueblecitos de los alrededores, porque
aquí estamos lejos de todo.»
Jesús les contestó: «Denles
ustedes mismos de comer.» Ellos dijeron: «No tenemos más que cinco panes y dos
pescados. ¿O desearías, tal vez, que vayamos nosotros a comprar alimentos para
todo este gentío?»
De hecho había unos cinco mil
hombres. Pero Jesús dijo a sus discípulos: «Hagan sentar a la gente en grupos
de cincuenta.»
Así lo hicieron los
discípulos, y todos se sentaron.
Jesús entonces tomó los cinco
panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición,
los partió y se los entregó a sus discípulos para que los distribuyeran a la
gente.
Todos comieron hasta saciarse.
Después se recogieron los pedazos que habían sobrado, y llenaron doce canastos.
Extraído de la Biblia
Latinoamericana.
San Agustín (354-430), obispo
de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia
Sermón 272, A los nuevos
bautizados, sobre el sacramento
“Sed lo que veis y recibid lo
que sois”
Lo que veis en el altar de
Dios..., es el pan y el cáliz: esto es lo que vuestros ojos os indican. Pero es
vuestra fe quien quiere ser instruida, que ese pan es el cuerpo de Cristo, que
ese cáliz es su sangre. Esto supone una breve fórmula, que puede bastar a la
fe. Pero la fe busca instruirse... ¿Cómo este pan es su cuerpo, y este cáliz, o
más bien su contenido, puede ser su sangre?
Hermanos míos esto es lo que
se llaman sacramentos: muestran una realidad y de ellos se deduce otra. Lo que
vemos es una apariencia corporal en tanto que lo que comprendemos es un fruto
espiritual. Si queréis comprender lo que es el cuerpo de Cristo, escuchad al
Apóstol, que dice a los fieles: “sois el cuerpo de Cristo, y cada uno de
vosotros, sois los miembros de ese cuerpo” (1 Co 12,17). Así pues si sois
vosotros el cuerpo de Cristo y sus miembros, es vuestro misterio quien se
encuentra en la mesa del Señor, es vuestro misterio lo que recibís. A esto, lo
que sois, responded: “Amén” y con esta respuesta, lo suscribiréis. Se os dice:
«el cuerpo de Cristo» y respondéis “Amén”. Sed pues miembros del cuerpo de
Cristo para que este Amén sea verdadero.
¿Por qué pues el cuerpo está
en el pan? Aquí aun, no decimos nada de nosotros mismos, escuchemos una vez más
al Apóstol, quien, hablando de este sacramento nos dice: “porque el pan es uno,
nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo” (1 Co 10,17) ¡Comprended esto
y permaneced en la alegría: unidad, verdad, piedad, caridad! “Un solo pan”;
¿quién es este pan único? “un solo cuerpo, nosotros que somos muchos”. Recordad
que no se hace pan con un solo grano, sino con muchos. Sed lo que veis, y
recibid lo que sois.
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